La premisa fundamental en el diseño ha sido evitar la imagen tópica e institucional característica de los centros docentes, aunque manteniendo la coherencia y el orden en planta necesarios para el correcto uso de los espacios. Otro punto de arranque fue adaptarlo a un tipo de arquitectura más flexible y menos rígida, creando un entorno más humano, con unos espacios proporcionados y confortables.

El acceso se efectúa a través de un primer edificio de una planta con una cubierta a dos aguas vista para dar una gran sensación de espacio. Aquí se encuentran la recepción y las oficinas, cuyos muros no llegan a la cubierta para dar mayor profundidad visual. Siguiendo este espacio se llega a un vestíbulo que nos distribuye a dos edificios semiexentos que conforman las aulas y los distintos salones, así como la salida al patio de recreo y las instalaciones deportivas. Los pasillos a las aulas son centrales, por lo que ambos lados de las edificaciones cuentan con grandes aperturas, maximizando la iluminación natural de las aulas. La conexión entre las dos edificaciones de las aulas se hace mediante un torreón de comunicación donde se encuentran los aseos, las escaleras, el ascensor y la rampa de evacuación de las tres plantas.