Emplazado en Los Llanos de Purla, en el valle del parque natural de la Sierra de las Nieves, el proyecto de este hotel supone una relación íntima y directa entre arquitectura y paisaje. Este proyecto de reforma integral de una edificación existente, de alguna manera restringida por ser un enclave protegido, ha sido llevado a cabo con la máxima de que el usuario disfrute tanto de la arquitectura como de la naturaleza debido al carácter del hotel, convertido en un retiro de bienestar y spa. Se han impreso una imagen y unas cualidades características de la arquitectura asiática, tan ligada a la filosofía del hotel y a su función, con la intención de crear un santuario de sensaciones.

En este proyecto, realizado sobre las dos plantas existentes, se desarrolla una zona de spa en la planta sótano, que cuenta con unas grandes aperturas en un lateral con vistas a los jardines proyectados, que a su vez desembocan en el río. En la planta alta se desarrollan el lobby de acceso y el restaurante, los cuales rematan sobre un gran patio abierto que distribuye a las catorce habitaciones del hotel. Se han diseñado caminos y recorridos exteriores que se comunican, a través de patios y estanques con cascadas, con un gran mirador palafítico de madera con cubierta de junco africano desde el cual se disfruta de las vistas al hotel y al valle que lo rodea.