Este proyecto de tres bloques de viviendas se desarrolló sobre una parcela de 5.030 m2 situada entre la calle Esteve Pila y la calle Ramón Casas de Sant Cugat del Vallès. Los bloques se han dispuesto creando una U en la que las viviendas miran hacia una gran zona ajardinada central, donde está ubicada la piscina comunitaria. Se sitúan dos bloques más cortos en las zonas este y oeste de la parcela y un bloque más largo en la zona norte con vistas hacia el sur. El bloque largo ocupa una superficie de 1.079 m2 y cada bloque corto ocupa una superficie de 415 m2, dejando una superficie de 3.121 m2 de zonas ajardinadas y plataformas.

Cada bloque consta de cinco plantas más zonas abuhardilladas en la cubierta. Hay tres apartamentos por planta en los bloques cortos (con una vivienda dúplex en cada uno) y ocho apartamentos por planta en el bloque largo, de los cuales seis de la última planta son dúplex abuhardillados. El concepto de este desarrollo es crear elementos que transmitan sensación de horizontalidad para disminuir visualmente la altura de las edificaciones, generando también volúmenes volados que den sombra sobre las fachadas para fomentar el entendimiento horizontal del complejo. Esto se ha conseguido mediante grandes balcones curvos que suavizan la linealidad de las edificaciones. También se han utilizado los materiales y los colores para generar esa ligereza visual que se obtiene de la unión de todos los elementos arquitectónicos empleados.

En la calle Esteve Pila esquina con Pere Serra, en Sant Cugat del Vallès, se ubica este desarrollo de 90 viviendas en nueve bloques. La parcela donde están situados los nueve bloques aislados es de 12.618 m2, de los cuales los bloques ocupan una superficie de 3.820 m2 y dejan una superficie de 8.800 m2 de zonas verdes y espacios abiertos.

Cada bloque consta de tres plantas de cuatro viviendas por planta, las dos centrales de tipo dúplex. Los apartamentos son de 118 m2 y los dúplex, de 121 m2. El complejo se distribuye en cinco bloques aislados en la zona norte de la parcela y cuatro en la zona sur, en cuya zona central se encuentran los jardines comunes y una gran piscina.

El concepto principal de este proyecto era crear una tipología de bloques que diera la sensación de viviendas aisladas, huyendo de la dureza propia de la arquitectura estrictamente urbana. Esto se ha conseguido mediante la volumetría de cada edificación y su interrelación a través de los grandes espacios verdes y sus plataformas. Las fachadas son principalmente de ladrillo visto con grandes aperturas para los ventanales y amplias terrazas voladas que otorgan profundidad a la edificación, así como una gran sensación de horizontalidad que se ha conseguido reduciendo la escala vertical de los bloques. Estos se han coronado con cubiertas a cuatro aguas con grandes vuelos que actúan como contrapunto y transmiten la sensación de suavidad arquitectónica que se ha logrado en este complejo.