En un terreno de 5.603 m2 de la urbanización Los Monteros, en el término municipal de Marbella, se desarrollaron 23 viviendas en tres bloques. Debido a la disposición de los edificios y para optimizar la ocupación del terreno, se creó una gran zona central ajardinada en plataformas donde se ubicó la piscina, generando un entorno íntimo y privado donde la propia edificación actúa formando un gran patio que permite salidas de vistas puntuales y enmarcadas.

El diseño de los bloques es de una gran sobriedad y limpieza en sus líneas. Están coronados con unas grandes cubiertas que forman parte de los áticos de 250 m2 con zonas abuhardilladas. Los apartamentos de 230 m2 son de amplios espacios y proporciones, y en ellos se optimizan el número de estancias y su tamaño, ofreciendo una notable sensación de espacio interior, un aspecto fundamental en el desarrollo de viviendas de estas características.