Emplazado en Miño, el proyecto de este antiguo molino de agua enclavado en un espléndido entorno natural ha sido un ejercicio de diseño e intervención sutil cuya finalidad ha sido enfatizar la belleza del propio edificio en su entorno.

Dentro del programa requerido, el interiorismo se ha realizado creando los distintos espacios mediante los muros exentos de la construcción original del molino, resaltando las paredes de piedra y la cubierta de madera original, que hubo de ser reconstruida en su totalidad manteniendo las vigas de castaño originales. Se prestó una especial atención a la distribución de estos espacios para crear una interrelación entre la nueva intervención, el espacio interior original del molino y las salidas de vistas.