Esta villa ha supuesto un hito dentro de nuestra arquitectura. Realizada en 1989, este proyecto mezcló con acierto el estilo característico de la arquitectura residencial que se ha desarrollado en Marbella con el estilo más clásico de las zonas asiáticas, como las grandes cubiertas con vuelos unidos por estructuras de madera que conforman los espacios de vida exterior.

La disposición de los espacios de la villa sigue nuestros criterios fundamentales de separar el ámbito más privado de la casa, como las habitaciones y las estancias familiares, del de vida más social, como los salones, el comedor, los accesos, el recibidor, la cocina y las zonas de servicio. Estos espacios, localizados en ambos extremos de la casa, se unen mediante una gran zona pergolada exterior que conforma el porche, que en Marbella se puede disfrutar durante la mayor parte del año. Tanto este elemento como los extremos que sirven de basamento de las grandes cubiertas y sus vuelos dan una visión de la proporción horizontal de la casa que provoca una sensación de espaciosidad en una escala agradable y armoniosa.

«La sencillez en la arquitectura, en su forma, en su enunciado final, dará como resultado una lectura clara en el observador llenándolo de placer.»