Este desarrollo turístico e inmobiliario se proyectó en Marrakech. Con la intención de generar un oasis, se parte de unos ejes muy claros que sirven de matriz del diseño. En la zona central se ubica un gran hotel de lujo que ejerce de polo alrededor del cual gira el resto del desarrollo. Siguiendo el eje central del hotel, se desemboca en una gran piscina que rebosa en cascada sobre un gran lago alrededor del cual se plantean cuatro viviendas riad de doce habitaciones cada una.

De los ejes angulares del hotel se proyectan cuatro grupos cerrados en su propio entorno pero a la vez integrados en el desarrollo completo, de doce y ocho residencias, cada una con su propio jardín con piscina. Desde el acceso al gran recinto atravesamos la zona más pública del conjunto, donde se proyectan un pequeño campo de pitch & putt de golf, un club de tenis y un centro de belleza spa.

Se proyectó un estilo arquitectónico tradicional marroquí en conjunción con elementos y volumetrías más contemporáneas, y se prestó especial atención al paisajismo, el cual integra las distintas zonas de actuación a la vez que crea entornos más cerrados.