Este proyecto consta de 55 viviendas en bloques sobre una parcela de 21.543 m2 situada en una de las lomas más altas de la urbanización Los flamingos, en el término municipal de Benahavís. En este desarrollo se continúa con la premisa de proyectar todas las habitaciones y zonas vivideras de los apartamentos hacia el frente, ya que las vistas al campo de golf y al mar eran fundamentales. Esto genera una tipología más horizontal, lo cual nos ayuda a asentar los bloques entre sí y sobre el terreno de una manera más libre e integradora, pues al crear las distintas plataformas entre bloques que comprenden las zonas ajardinadas y de piscinas se los trata como volúmenes propios y se logra dicha integración entre todos los elementos, consiguiendo una lectura uniforme.

Los bloques han sido concebidos en una arquitectura distinta a la que se ha venido desarrollando en la zona, dotando al conjunto de un carácter propio. Se dispusieron plataformas diseñadas de tal manera que al implantar los bloques no se interrumpieran las vistas unos con otros, creando una armonía visual de todo el conjunto.

«A partir del conocimiento se desarrollan las emociones y los sentimientos, así como el disfrute y el respeto de los mismos.»

Las viviendas constan de un vestíbulo de acceso que nos reparte a todas las dependencias, así como a un aseo de cortesía. La cocina se proyectó semiabierta al salóncomedor para disfrutar de las vistas desde aquí. El salóncomedor se distribuye en un gran espacio protegido por un porche que a su vez genera un espacio de vida exterior. Los dormitorios tienen todos vistas al frente, directamente al campo de golf y al mar, al igual que el resto de las estancias. Cada dormitorio cuenta con un baño propio y todas las estancias están proyectadas con proporciones que dan una gran sensación de espacio y desahogo, al provocar salidas de vista en todos los remates visuales de los recorridos interiores.

Este proyecto, situado en la urbanización Los flamingos, en el término de Benahavís, supuso un gran reto debido a la topografía existente y a la forma de la propia parcela, contraria a la salida de vistas. Las disposiciones fundamentales para el diseño fueron que todas las habitaciones miraran al frente y que, al tener que construir en bloques, que estos no dieran tal sensación, sino que más bien tuvieran aspecto de pueblo integral en la ladera.

La parcela es de 16.530 m2, en la cual se desarrollan 54 apartamentos en seis bloques. Hay dos tipos de bloques distintos que generan la matriz del diseño. La integración de la arquitectura se produce al crear volúmenes, muros, plataformas y zonas ajardinadas en bancales que van uniéndose entre bloques, otorgando una identidad visual unitaria a todo el conjunto. La posición de los distintos bloques se ha desarrollado de tal manera que entre ellos hay la mínima incidencia visual y todos tienen salida de vistas hacia el hotel, el campo de golf y el mar.

«Todo lo que es humano se transforma, así también la arquitectura y cómo mirarla.»